Dice metro de Madrid que se acabaron los billetes en papel. Aquí voy a explicar a los millenials que nosotros, más o menos a su edad, los coleccionábamos y hacíamos unas especie de orugas a las que les íbamos añadiendo billetes. Yo, que siempre he sido un tanto anormal, prefería hacer unas ranas que saltaban y todo.
Luego, cuando sacaron el bonometro, tardábamos mucho más en hacer aquellas orugas o ranas, pero quizá por eso tenían más valor. Sentimental, por supuesto.
Con los billetes en papel daba gusto. Te podías colar.
Con los billetes en papel daba gusto. Te podías colar, los encontrabas por el suelo y decías que eran tuyos, se lo pasabas por encima de los tornos a otro. En fin, la picaresca típica.
Ahora todo es un asco. El señor metro de Madrid sabe a qué hora llega usted al trabajo y si se va directamente a casa o pasa por algún lugar no estipulado. Ya me entienden. Dirán que es por mejorar el servicio, pero yo en hora punta sigo sufriendo lo mismo.
El metro de Madrid va de tecnológico y puntero, pero en la línea 10 sigue sin haber cobertura. Y eso que pasa por debajo de las mismísimas oficinas de Telefónica, que manda webos.
A ver, que tampoco es que vayamos a echar de menos los billetes en papel. Pero aquellas orugas y aquellas ranas hay que reconocer que eran muy guays [en los ochenta hablábamos así].
Pachilanzas's Blog 
Posted on October 19, 2017
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